Mientras la ONU condenaba a Libia, Israel desencadenaba un bombardeo masivo contra la Franja de Gaza, sin que parece que nadie se haya fijado en ello ocupados en lo que quieren los medios de propaganda y sus amos: la caida de Gadaffi.
La incursión militar contra Gaza se produjo la noche del viernes y un portavoz del Ejército hebreo reconoció que el ataque fue el mayor desde la invasión de la franja entre finales de 2008 y principios de 2009, que produjo 1.400 palesitnos muertos y 5.000 heridos (sin que la ONU haya echado a Israel de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU).
Autoridades del Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, que gobierna la franja desde 2007, valoraron la serie de bombardeos como parte de una “escalada” militar israeli, que ha aumentado en las últimos dias.
Desde Tel Aviv volvieron a justificar las matanzas como una respuesta al disparo de cohetes artesanales por parte de grupos armados contra las regiones israelíes de Beer Sheva y otras en el oeste del desierto de Negev.
Miembros de las Brigadas Al-Qassam, brazo armado de la organización Jihad Islámica, confirmaron que atacaron a un grupo de tanques y buldozers de Israel que se preparaban para arrasar terrenos en áreas de la frontera.
Por su parte, combatientes de las Brigadas Abu Ali Mustafá, ala militar del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), indicaron que en la madrugada también lanzaron tres obuses de mortero contra una base militar israelí en Nahal Oz y dos más contra una infraestructura al este de Az Zaytoun.
Estas acciones son parte de la resistencia a la ocupación israelí de territorios palestinos, a la política de asentamientos y a la politica de apartheid del gobierno de Telaviv sobre el pueblo palestino, explicó un miembro de la organización.
Por otra parte, unas 5.000 palestinos se manifestaron este jueves en en Naplusa, al norte de Cisjordania, en rechazo al veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a una resolución contra el plan de expansión israelí en territorios ocupados.
Los manifestantes agitaban banderas palestinas y pancartas en las que criticaba a la administración del presidente Barack Obama y llamaba a la unidad entre Al Fath, que dirige la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y Hamas, que gobierna la Franja de Gaza.
El 18 de febrero pasado, Estados Unidos utilizó su veto en el Consejo de Seguridad para proteger nuevamente a Tel Aviv, frente al rechazo internacional a su política de promover asentamientos en tierras palestinas.
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