9 de septiembre de 2011

Las faltas de Esperanza Aguirre: por qué creen que es mejor una mala educación

Cuánta menos educación, más control social. La regla es simple, por eso nos prefieren tontos, así les seguiremos votando y aguantando con fatalismo o resignación a pesar de sus continuas estafas, saqueos y crímenes, y aunque luego presenten su declaración de bienes (sólo de los legales y declarables) y veamos que nunca podrán representarnos porque no tienen ni tendrán jamás nuestros problemas.

El ciudadano ideal, según Esperanza Aguirre
y otros maleantes neoliberales del estilo
Uno de los ejemplos más claros es el de la marquesa Esperanza Aguirre, máximo exponente de que a la presidencia de una comunidad autónoma, por ejemplo, puede llegar cualquier inculto, solamente por el hecho de haberse casado con un multimillonario (conviene recordar la sentencia de Balzac de que detrás de una gran fortuna siempre hay graves delitos), o por tener buenos contactos en una de las mafias políticas controladas por los bancos y grandes empresas (en este caso el PP, pero lo mismo sucede con su gemelo el  PSOE).

El ridículo de Esperanza ha sido "mayúsculo", nunca mejor dicho, cuando para justificar el nuevo ataque a la educación pública con la excusa de la obligada reducción del gasto presupuestario, envió una carta a los profesores llena de faltas de ortografía y otros errores de expresión gramatical.

Cierto que hay cosas más importantes que saber escribir para ser un buen representante de los ciudadanos, en especial la honestidad y la vocación de verdadero servicio a los demás, aunque para los que tanto defienden la meritocracia como forma de evitar que los ciudadanos de toda clase y nivel participen en la dirección de su país,  la ortografía, al igual que el resto de conocimientos formales, deberían ser más importantes de lo que parece, pues de lo contrario, ¿qué es lo que justifica que sean los mejor "formados" los que son mas capaces de llevar las riendas de un pais? (sobre todo después de la constatación de lo mal que lo hacen, y del desastre que han causao, salvo para sus intereses personales, por supuesto).

El problema es que si políticos como Esperanza Aguirre están pésimamente formados culturalmente, incluso con respecto al idioma español del que tan orgullosos están supuestamente, y a pesar de los privilegios y facilidades que tuvieron para hacerlo, son todavía más burros en lo que se refiere a lo que se ha dicho en el párrafo anterior que es realmente esencial para un representante del pueblo: la honestidad. En este caso nuestros representantes políticos si fueran examinados serían claramente analfabetos.

Y el problema es que quieren, y por eson recortan y destruyen la educación pública (mientras la privada tampoco se destaca por su eficiencia, y si no vean el ejemplo de la presidenta), que todos seamos como ellos. Claro está que, por supuesto, solamente en cuanto a lo de tontos, y no en lo que se refiere a compartir sus privilegios.


La carta de Esperanza Aguirre a los profesores corregida.



1 comentario:

Juli Gan dijo...

Lo malo de la Aguirre es que tiene una mentalidad pasada de moda. Seguro que piensa, y a veces, se le escapa, que a la educación superior sólo han de llegar los hijos de las cadenas de mando, el resto, con saber leer y multiplicar, tenemos de sobra. Y además, se vuelve a la educación para los ricos. Les ha interesado durante años pudrir el sistema educativo para graduar analfabetos funcionales que sólo leen el marca y no se quejan.

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